sábado, 5 de octubre de 2013

INFILTRADOS (2006)

 
"No se puede confiar en un tío que actúa como quién no tiene nada que perder"

Nos encontramos ante uno de los clásicos del siglo XXI y sino al tiempo. Una película que nació clásica por la genialidad de su director, la interpretación de sus actores (a cada cual mejor... imposible) y el buen hacer de todo el equipo técnico, en resumen, una obra maestra incontestable.

Se trata de un thriller (es decir, un film de suspense con una gran carga emocional). Fue estrenada en el 2006 y dirigida por un Martín Scorsese pletórico. El reparto también fue un factor clave para el éxito. Leonardo DiCaprio se encuentra en estado de gracia, Matt Damon impecable, Jack Nicholson demostrando por qué es uno de los actores más gigantescos de la historia del cine, y unos secundarios de lujo como Martín Sheen, Alec Baldwin,... Antes de que acabe pareciéndome a José Luis Moreno, diré que en la película nadie es quien dice ser (¿o es todo lo contrario?)

Ganadora de cinco premios oscar, esta película es un reconocimiento a la trayectoria profesional de uno de los más grandes directores de Hollywood. Nominado en infinidad de ocasiones, es con este thriller con el que consigue el galardón. El resto de los premios fueron a parar a las manos de los responsables de mejor película, montaje, guión adaptado y a Mark Wahlberg como mejor actor de reparto.

La cinta es una versión muy bien lograda de un filme policíaco de suspense producida en Hong Kong en el año 2002 llamado "infernal affairs". Fue todo un éxito en el continente asiático.
Para el papel de Jack Nicholson se pensó originalmente en uno de los actores fetiche del director, Robert De Niro, pero éste no pudo aceptarlo al estar embarcado en la dirección de la película "el buen pastor" (también con Matt Damon). Cuando se apostó por Nicholson, éste no quería interpretarla pero tras un encuentro con Dicaprio y Scorsese consiguieron convencerlo para encarnar a Costello.
Leonardo Dicaprio, sin embargo, sí fue la primera opción para hacer al personaje de Billy (el hijo de un mafioso ya fallecido que decide hacerse policía e infiltrarse en la banda de Costello). Matt Damon en cambio no fue la primera opción ya que se pensó primero en Brad Pitt para hacer de Sullivan (el hijo de Costello que está infiltrado en el cuerpo de policía) pero declinó la oferta al estar en pleno rodaje de la película "Babel". Sin embargo, sí colaboró en la co-producción de la cinta. Damon estuvo encantado desde el principio al saber que en Boston, su ciudad natal, iba a rodarse el filme. Además, para preparar su personaje, trabajó con la unidad de policía del estado de Massachusetts para acompañar a varias patrullas en las afueras de Boston.
Otro actor que pudo haberse incorporado al reparto fue Mel Gibson pero como estaba dirigiendo en esos momentos la película "apocalypto" tuvo que rechazar la oferta siendo sustituido por Alec Baldwin.
Para el personaje femenino se pensó en kate Winslet o en Hillary Swank pero finalmente fue a parar a Vera Farmiga, una actriz poco conocida en Hollywood pero de gran talento que hizo un excelente trabajo como la doctora Madolyn Madden.
Y yo me pregunto ¿cómo habría sido la película con el reparto alternativo (De Niro, Dicaprio, Pitt, Winslet, Gibson)? Nunca lo sabremos, de lo que sí estamos seguros es que con estas interpretaciones la película se ha convertido en una obra cumbre del género.

"Infiltrados" es muy rápida, llena de acción y de suspense. Con mucha carga psicológica y con un final de esos que no se olvidan. Pasará el tiempo y puede que no recuerdes el argumento del filme pero lo que siempre recordarás será su final.


En definitiva, "infiltrados" es uno de esos escasos futuros clásicos con mayúsculas que está aportando el cine al siglo XXI.

EL VIOLINISTA EN EL TEJADO (1971)

"¡Tradiciones, tradiciones... si no fuera por nuestras tradiciones, nuestra vida sería tan insegura como... un violinista en el tejado!"

"El violinista en el tejado" representa lo que significa el séptimo arte. Nunca ha estado en el olimpo de las más grandes y sin embargo creo que lo es. Es una película que hay que reivindicar. Recrea con gran veracidad una raza, una cultura, unas costumbres, una época, una realidad. Habla de los valores humanos y de la opresión, de la relación de un hombre judío con su familia, vecinos y con Dios. Habla de la tradición, el orgullo y la dignidad, de todas las clases de amor que existen en el ser humano: el de un padre, un hijo/a, una pareja, el amor hacia Dios, a los animales, a tu patria, a tu esencia, a tu raza, a ti mismo y a todos tus semejantes. Además es divertida, alegre, triste, melancólica, tierna. Te remueve un sinfín de sensaciones. (Es la repera)

Dirigida en 1971 por Norman Jewison se trata de la versión cinematográfica del musical (del mismo nombre) estrenado en Broadway en 1964 con Zero Mostel como protagonista. De este musical cabe destacar el personaje de Yente, la casamentera, que fue interpretado por Beatrice Arthur, la que más tarde conoceríamos como Dorothy en la popular e inolvidable serie "las chicas de oro". Este musical se convirtió en la obra de más larga permanencia en cartel de la historia de Broadway.

"El violinista en el tejado" está basado en una novela del escritor ruso Shalom Aleichem titulada "las hijas de Tevye". En 1968 se adquirieron los derechos de la obra y se llamó a Norman Jewison, que fue contratado porque pensaban que era judío cuando en realidad no lo era (un añadido más para elogiar el gran trabajo de este director).
Varios actores rechazaron el papel de Tevye entre los que se encontraban Anthony Quinn, Orson Welles y Marlon Brando. Sin embargo, Frank Sinatra sí estaba interesado en hacer el personaje pero no fue elegido.
Cuando el director fue a ver la representación de la obra en Londres, se dio cuenta que aquel actor israelí llamado Chaim Topol era la persona perfecta para el papel. Cuando a Jewison se le preguntó el por qué de su elección, él respondió: "Tevye debía ser encarnado por alguien cuyo origen, corazón y alma fuese de la primera o segunda generación de judíos de Rusia o alguien tan cercano a ellos que pudiera sentirse como uno de ellos, puesto que su autor Shalom Aleichem describía a ese colectivo de personas en particular. Eso me condujo a una persona de ascendencia europea. No creía que un americano de segunda generación de Brooklyn pudiera remontarse tan lejos en sus raíces. No quería que tuviera que remontarse más allá de su propio padre, tanto étnicamente como emocionalmente".
Para el papel de Golde se pensó primero en Anne Bancroft, que ya había cosechado grandes éxitos con "el graduado" o "el milagro de Anna Sullivan", pero finalmente se optó por Norma Crane quien nos ofrece una gran lección interpretativa.

Como curiosidad, el actor Michael Glasser, de ascendencia judía y famoso años después por interpretar al moreno de la exitosa serie "Starsky & Hutch" tuvo que ponerse lentillas de color marrón para ocultar sus ojos azules. Y siguiendo con más curiosidades, a Topol, para hacerle parecer cada vez más mayor a lo largo del film, tuvieron que recortar pelos de la barba blanca del propio director para colocarlas en las cejas del actor.
Como estoy generoso aquí va otra anécdota, Jewison llamó al fotógrafo Oswald Morris para que diera un tono más terrorífico al color de la imagen en la escena del sueño de Tevye y para ello puso una media de nylon de color café que ajustó al objetivo de la cámara. Para terminar con las batallitas no quiero olvidarme del acto de generosidad que tuvo Norman Jewison al pagar a un agricultor local para que mantuviera el resto de su vida natural, no fílmica, a Shmuel, el caballo de Tevye que fue adquirido para la película.

"El violinista en el tejado" obtuvo once nominaciones a los oscars de los cuales, una vez más y de forma injusta, sólo consiguió tres: sonido, fotografía y banda sonora (¡menos mal!)
No me quiero olvidar de Isaac Stern, uno de los grandes violinistas del siglo XX que dobló los sólos de violín del filme.
Cuántas veces habremos escuchado su canción más famosa "if a were a rich man" (si yo fuera rico...), uno de esos temas inmortales como "over the rainbow" o "moon river" y que forman parte de la cultura popular.


"El violinista en el tejado" consigue algo muy difícil y es que durante las tres horas aproximadas de duración, queramos ser mejores personas (una de las grandezas del cine) y si encima lo conseguimos, sólo tendremos que decir: gracias violinista en el tejado.

EL MAGO DE OZ (1939)

"Oh tía Emma, se está en casa mejor que en ningún sitio"

Existen películas que han traspasado la barrera del tiempo y que generación tras generación se han convertido en obras de culto. Normalmente estas películas no suelen coincidir con una obra muy popular, taquillera o comercial. En este caso se dan todas las circunstancias.

Protagonizada por una jovencísima Judy Garland de 15 años, "el mago de oz" se estrenó en 1939. Su director fue el exigente Víctor Flemming que aunque no la terminó, sí firmó su autoría.
Si hay algo significativo en esta película aparte de su puesta en escena, vestuario o interpretaciones, es su banda sonora y en especial una canción que hoy en día se sigue escuchando y que se ha convertido en todo un clásico de la cultural musical contemporánea: "over the rainbow". Existen multitud de versiones e incluso se ha convertido en un himno gay. Quizás se deba al significado de la letra de la canción:

En algún lugar sobre el arco iris
en lo más alto
hay una tierra de la que oí hablar
una vez en una canción de cuna

En algún lugar sobre el arco iris
los cielos son azules
y los sueños que te atreves a soñar
se vuelven realidad

 Algún día pediré un deseo a una estrella
despertaré muy lejos de las nubes
dejándolas atrás
 donde los problemas son como gotas de limón
lejos, muy por encima de las chimeneas
ahí, es donde me encontrarás...
  
Un canto de esperanza por encontrar un mundo mejor, sin ninguna clase de discriminaciones, donde se pueda vivir en total libertad y donde los problemas sean como gotas de limón (impensable siquiera imaginar algo así en los tiempos que corren aunque si todos nos uniéramos para conseguir este único objetivo, cuánto cambiarían las cosas). Judy Garland nunca terminaba sus conciertos sin cantarla. Curiosamente, este tema estuvo a punto de no ser incluido en el filme porque los productores pensaban que entorpecía el desarrollo argumental de la historia. Finalmente se incluyó (y bendita inclusión)

Fue una película que nació grande como grandes fueron también sus complicaciones en el rodaje. El actor Buddy Ebsen iba a interpretar originalmente al hombre de hojalata pero tuvo que abandonar el rodaje porque el polvo de aluminio que llevaba su maquillaje era tóxico y como consecuencia le produjo una grave reacción alérgica. Cuando Jack Haley le reemplazó, el maquillaje se cambió y se puso una pasta debajo con el fin de que no tuviera que inhalar demasiado aluminio. Nadie se atrevió a contarle nada de lo que le sucedió al actor original hasta que la película no estuviera finalizada (daba gusto trabajar con esta gente...) Pero esto no fue todo porque el vapor que salía del disfraz del hombre de hojalata asustaba tanto al pobre perro de Dorothy (el personaje que encarnaba Judy Garland) que cada vez que le veía echando humo, salía corriendo. En una ocasión, un extra que encarnaba a un esbirro de la bruja del oeste, pisó involuntariamente al pobre Totó obligándolo a estar dos semanas fuera de rodaje siendo sustituido por otros dos iguales a él. 
Bret Lahr (el león cobarde) tuvo que luchar contra el hambre y la sed durante unas cuantas jornadas antes de pedir que le cambiaran el maquillaje facial en el que se incluía una bolsa de papel marrón que le impedía ingerir otra cosa que no fueran batidos y sopas. Los caballos del palacio de la ciudad esmeralda también fueron maquillados. Se les colorearon con cristales de gelatina y sus escenas tuvieron que ser rodadas a toda velocidad porque los caballos no paraban de lamer su maquillaje. 
¿Quién da más? O mejor dicho ¿le pudo pasar algo más a alguien? Pues sí. Margaret Hamilton, la actriz que interpretaba a la bruja mala del oeste, sufrió graves quemaduras en la escena en que abandona la tierra de los Munchkin (los cientos de enanos que tantos quebraderos de cabeza dieron a Víctor Flemming para evitar sus borracheras y tenerles controlados y listos para actuar. Cuenta la leyenda que incluso hacían orgías en el plató) y justo en el momento en que desaparece, el aparato encargado de crear el humo de colores tuvo una avería que casi la quema viva. Además su maquillaje era tan complicado de quitar que a la actriz le quedó un tono verdoso en su rostro durante mucho tiempo después de terminar la película.

No se por qué corrió el rumor de que "el mago de oz" fue una película maldita. Quizás la leyenda negra de esta cinta aumentó con la creencia de que uno de los enanos se suicidó mientras se rodaba la escena en la que Dorothy, el espantapájaros y el hombre de hojalata paseaban por el camino de baldosas amarillas mientras cantan la canción "we want to see the wizard of oz". Al parecer, a lo lejos se puede observar algo que parece colgar de un árbol. Según "fuentes oficiales" se trataba de un ave que mueve su cuello y cabeza a ambos lados, dando la impresión de que algo colgaba en el fondo de la imagen. Las malas lenguas creyeron en la teoría del suicidio y la explicación de por qué no se eliminó ese momento en el montaje final es porque salía muy caro repetir la escena.
No se si estoy escribiendo detalles del rodaje de "el mago de oz" o el resumen de una novela de Stephen king. Como detalles curiosos (y no morbosos - no voy a contar los sufrimientos de la pobre Judy cuando le vendaban los pechos, para que pareciera más joven), señalar que los zapatos (los chapines que calzaba Judy Garland) en un principio fueron plateados hasta que un día llegó el productor Louis B. Mayer y ordenó, para realzar el technicolor, que fueran rojos. Hasta siete pares de zapatos se utilizaron en el filme. Y para terminar con las "curiosidades", Víctor Flemming tuvo que abandonar el rodaje para incorporarse a la dirección de "lo que el viento se llevó" tras el despido de su director George Cuckor, pero bueno, esta es otra historia que tendrá su capítulo. King Vidor fue el encargado de terminar la película y rodar las escenas en un blanco y negro (muy sepia)


Son muchas las anécdotas y curiosidades que rodean a este clásico del séptimo arte pero al fin y al cabo, el resultado es el que importa y en este caso es espectacular y mágico como la magia que desprende "el mago de oz".

viernes, 4 de octubre de 2013

ATRÁPAME SI PUEDES (2002)

 "A veces es más fácil vivir en la mentira"

Leonardo Dicaprio es uno de los mejores actores de nuestro tiempo y pasará a la historia como uno de los más grandes. Si se me permiten las comparaciones diría que es el nuevo Paul Newman del siglo XXI y sino tiempo al tiempo. Es un actor que desde sus comienzos dio muestras de su gran talento en filmes como "Romeo y Julieta" o "la habitación de Marvin". Su fama se acrecentó a nivel mundial con "Titanic" y ello quizás le perjudicó un poco ya que desde entonces se convirtió en icono sexual de adolescentes con exceso de hormonas. Pero poco a poco fue arriesgando y aceptando papeles para demostrar que es mucho más que un chico guapo, rubio y de ojos verdes. Su unión con Martin Scorsese a raíz de "Gans of New York" supuso la explosión de su talento, un talento que supo encontrar Steven Spilberg unos meses antes en una de las comedias más divertidas de la primera década de este siglo. "Atrápame si puedes" es una comedia dramática que posee el añadido de que está basada en una historia real. Aunque inicialmente se pensó en dirigirla hacia un público más juvenil con toques de comedia adolescente fue el propio Dicaprio quien sugirió tomar un rumbo diferente y hacerla "para todos los públicos" y sin lugar a dudas fue todo un acierto.

Se trata de un duelo interpretativo de gran altura entre dos imanes para la gran pantalla: Dicaprio y el siempre eficaz Tom Hanks interpretando al agente del FBI que persigue durante casi toda la película (y dura más de dos horas) al escurridizo estafador DiCaprio. El reparto se completa con un Christopher Walken demostrando porqué es un grande de la interpretación a pesar de sus altibajos profesionales. También aparecen Amy Adams, Martin Sheen,...

"Atrápame si puedes", aunque parezca una historia muy cinematográfica es muy real. Tanto es así que las peripecias de este joven timador consiguieron volver loco al FBI durante la década de los 60. Está basada en la vida de Frank Abagnale Jr, quien antes de cumplir los 19 años de edad consiguió millones de dólares haciéndose pasar por piloto de una empresa aérea, médico y abogado. Falsificaba cheques con tanta habilidad que el FBI finalmente acabó por reclutarlo a sus filas para asesorar en este tipo de fraudes.
Steven Spilberg que llevaba más de dos décadas interesado en producir una película sobre las hazañas de este joven delincuente por fin lo consiguió al adquirir los derechos de la autobiografía de Frank. El rodaje duró tan sólo 52 días y se buscaron 143 localizaciones diferentes. El filme retrata con verosimilitud las andanzas y el juego del gato y el ratón que mantuvieron durante unos cuantos años los dos protagonistas. Aunque Spilberg también añadió algunas cosas de su propia cosecha como la relación de Frank con su padre. Según el joven, no volvió a ver a su padre desde que se marchó de casa. A veces solía fantasear con la idea de que sus padres volviesen a estar juntos pero nada más. Sin embargo el director quiso mantener una conexión entre padre e hijo mostrando la necesidad de Frank por complacer a su padre, que éste se sintiera orgulloso de él. El verdadero Frank, aunque no participó en el rodaje ni en el guión, sí vio con buenos ojos los pocos cambios que Spilberg hizo a la historia. Frank Abagnale Jr quedó muy satisfecho con el resultado de la cinta opinando que sólo Steven Spilberg y ningún otro podría haberla dirigido. Incluso se atrevió a aparecer en el filme como uno de los policías franceses que arrestan a su personaje.

La película fue un gran éxito de crítica y de taquilla. No sólo la veracidad de la historia sino también su suspense y sus toques de comedia la han convertido en un futuro clásico del cine. Además con mucha maestría muestra temas de gran calado social como la desestructuración familiar, las infancias complicadas que (en algunos casos) son el origen de la delincuencia juvenil y las consecuencias que ello conlleva.

La banda sonora fue compuesta por John Williams, un erudito de la composición musical. Suyas son las partituras de "el violinista en el tejado", "tiburón". "la guerra de las galaxias", "Supermán", "Indiana Jones", "Harry Potter",... Williams consiguió una nominación a los óscars por la banda sonora de esta película pero al igual que Christopher Walken en la categoría de mejor actor secundario, no consiguieron ninguna estatuilla.


En definitiva, estamos ante una película que te atrapa desde principio a fin. Mi recomendación es  atraparla más de una vez en la vida y disfrutarlas como si fuera la primera vez.

BITELCHUS (1988)

 
"¡He visto el exorcista 169 veces, y cada vez que la veo la encuentro más graciosa"  

En toda infancia debe estar esta película presente. Corría el año 1988 y su promoción fue tremenda. Quizás por la originalidad de la cinta o por los personajes tan estrafalarios pero sobre todo por la frescura que un joven director daba al cine de fantasía y, por qué no decirlo, al género de la comedia. La película es entretenimiento puro desde el minuto uno hasta el final. "Bitelchus" es algo prodigioso que lanzó al estrellato a su creador, Tim Burton.
Para mí, salvando las distancias, Burton es equiparable al mismísimo Alfred Hitchcock. Muchos dirán que estoy loco, que no tienen nada que ver el uno con el otro y yo responderé que es cierto que los dos trabajaron en géneros diferentes y que su manera de planificar y realizar las obras son muy distintas pero a lo que me refiero es a esa singularidad que les hacen ser únicos e irrepetibles en sus trabajos. Tienen un sello personal que les identifica. Todos los amantes del cine pero sobre todo los de ambos directores sabríamos distinguir una obra de Hitchcock o una obra de Burton sólo con ver los primeros minutos de sus metrajes o tan sólo los títulos de crédito. En el caso de Burton, por ejemplo, podemos reconocerle por su estilo gótico o por el tratamiento del color. Suele ser muy "extremista" llenando la pantalla de  colores oscuros cuando quiere tratar temas siniestros o abusando de los colores claros cuando quiere representar un mundo de fantasía.

"Bitelchus" es un personaje creado por Tim Burton y se trata de un exorcista de seres vivos. Pretende eliminar con sus artimañas a los vivos que molestan la paz de los difuntos. ¿Y quién fue Bitelchus? Pues Mickael Keaton en el mejor trabajo de su carrera. Tiene grandes personajes a sus espaldas (como el Batman de las dos primeras entregas dirigidas también por Tim Burton) pero aquí está de matrícula de honor. Muchos le recriminaron mucha sobreactuación. Una acusación completamente estúpida. En primer lugar porque nadie, salvo su creador, podría decidir cuan exagerado y extravagante debía ser Bitelchus y en segundo lugar porque keaton ayudó a Burton a moldear el personaje. En una ocasión el director habló de Keaton de la siguiente manera: "Mucha gente puso en duda la elección de Michael keaton como Bitelchus, pero todo estaba en sus ojos: eran salvajes, se metió en el personaje y siguió adelante con él. Fue la primera ocasión en que testimonié cómo un personaje crecía en el interior de un actor. Cada vez que me reunía con Michael me daba nuevas ideas respecto hacia dónde debíamos dirigirnos". Hay que reconocer que el actor aportó mucho al personaje, entre otras cosas sus dientes porque la dentadura que luce en la película era la suya propia. En esos momentos Keaton se estaba poniendo fundas en sus dientes porque al parecer los tenía así de feos.

El reparto se completó con Winona Ryder (la amiga de los fantasmas), Geena Davis y Alec Baldwin (el matrimonio  fantasma) y sobre todo una Catherine O' Hara (la escultora y auténtica pesadilla para los fantasmas) maravillosa. Con ella sucede que su personaje resulta odioso pero a la vez entrañable. Esa dualidad resulta magnífica y poco común en el cine. Como dato curioso, Alec Baldwin reconoció al terminar la película sentirse decepcionado con el resultado de la misma. En fin...

Cuando la película se terminó y se llevaron a cabo los preestenos, fue tanto el éxito de la cinta pero sobre todo del personaje que no hubo más remedio que añadir una escena para explicar qué sucedía con Bitelchus. Se rodaron varias. La que se optó fue aquella en la que se ve cómo le reducen la cabeza en la sala de espera y la que se desechó fue una en la que aparece el barbero del pueblo y empieza a contarle batallitas a Bitelchús. Éste se agobia de tal forma al pensar que tendría que estar eternamente aguantándolo que termina cayéndose su cabeza al suelo.

La canción que se oye varias veces en el filme es el clásico "day O (banana boat)" de Harry Belafonte que si ya era famosa, la película la hizo más aún. "Bitelchus" se llevó un muy merecido óscar al mejor maquillaje.


Además de ser una de las películas más recordadas de la filmografía de Tim Burton, también fue una de las más queridas del director. En una ocasión confesó sobre ella lo siguiente: "Es la única de todas mis películas que me ha dado esa sensación de: ¡Que se joda todo el mundo! El público no necesitaba cierto tipo de cosas, yo podía hacer lo que me viniera en gana y eso era estupendo". Yo diría que el público lo que necesitaba era una película como "Bitelchus" y aún hoy lo necesita por eso esperamos con ansia la segunda entrega de este personaje que puede que empiece a filmarse en el 2014 con Michael Keaton y Winona Ryder repitiendo sus papeles (aunque con más de dos décadas a sus espaldas)
¡Viva Bitelchus!

MOULIN ROUGE (2001)

"Soy una cortesana, me pagan por hacer que los hombres piensen que es verdad lo que quieren creer"

Cuando los amantes de los musicales creíamos que este género estaba en el olvido de aquellos que se dedican a hacer cine, de repente el director Baz Luhrmann, que ya nos cautivó con su versión moderna del clásico "Romeo y Julieta", nos da una sorpresa al presentarnos "Moulin Rouge". Y no sólo eso sino que nos presenta a la mismísima Nicole Kidman, que se encontraba en el mejor momento de su carrera (y de belleza también, por qué no decirlo), bailando y cantando con su propia (y escasa pero dulce) voz. Así que los amantes de éste género, que por aquel entonces no eramos muchos o quizá no eramos muchos los que lo decíamos, hicimos palmas con las orejas porque además nos mostraba una nueva forma de musical con más ritmo, con juegos de cámara nunca vistos antes en este tipo de películas, escogiendo unas canciones y unos números musicales mundialmente famosos pero vestidos con un traje nuevo que nada tenían que ver con los originales, creando una emoción pocas veces vista y por supuesto unos toques de comedia originales que no podían faltar como ingrediente. Pero como lo novedoso no siempre puede agradar a todo tipo de personas (ya sabemos el dicho de que en la variedad está el gusto) el caso de "Moulin Rouge" es curioso porque o la amas sobremanera o la odias en extremo. No hay término medio. No encontrarás a nadie que diga: "bueno, no está mal". Lo que oirás será: "es una obra maestra" o "un absoluto bodrio". Como digo, no deja indiferente a nadie y eso en el fondo es bueno. Lo que no me parece justo y en este blog lo he dicho varias veces, es el insulto, la falta de respeto a las personas que con todas sus ganas y su trabajo realizan un proyecto (del ámbito que sea) y ponen su ilusión en él. Si no te gusta, argumentas pero no descalificas. Nunca voy a hablar de los "expertos críticos de cine" (o eso dicen ser) porque al fin y al cabo en este blog estoy haciendo lo mismo: valorar y, en cierta medida, dar un opinión sobre el filme en cuestión. Leyendo las críticas que en su día se hicieron sobre esta película, me llama la atención una en particular de Carlos Boyero: "Una modernez vacía, una memez lujósamente adornada, postmoderna, militantemente gay, una cosita de diseño absúrdamente sobrevalorada". ¿Vacía? ¿Una memez? ¿¡Militantemente gay!? (me da que es un homófobo) ¿Cosita de diseño? En fin...

Para mí el cine musical está dividido en tres etapas muy diferentes cada una de ellas. La primera la podríamos llamar "la era del esplendor" que abarcaría desde comienzos de los años 30 con Fred Astaire, Judy Garland y Gene Kelly como sus máximos exponentes y llegaría hasta mediados de los 50. La segunda etapa la llamaría: "la modernización del género", ésta comenzaría con "west side story" en 1961 y ocuparía dos décadas hasta 1978 con "Grease" que a mi juicio fue el último gran musical del siglo XX (salvo una excepción que llevó a cabo Barbra Streissand con gran acierto en "Yentl"), después llegaría un gran vacío de casi 20 años hasta apareció "Moulin Rouge" y con ella el inicio de la tercera etapa: "El resurgir del musical". A partir de 2001 empezaron a filmarse títulos como "Chicago", "el fantasma de la ópera", "Sweened Todd" o recientemente "los miserables". Estamos en una época gloriosa para este género y en parte, sino todo, se lo debemos al éxito del musical que nos ocupa.

"Moulin Rouge" (el molino rojo) es una especie de versión en forma de musical de la gran ópera de Verdi "la traviata". Ella es una mujer de la "mala vida" que encuentra el amor verdadero y cuando por fin empieza a ser feliz, enferma de tuberculosis (éste es parte del argumento de la opera). El filme estuvo protagonizado por la citada Nicole Kidman y por Ewan McGregor. Su originalidad reside en los movimientos de cámara muy inteligentes y hechos con la intención de crear intensidad y emoción (por ejemplo la escena de "Roxanne...") Todos mis respetos para el montaje de esta cinta pocas veces visto en la gran pantalla.

El rodaje no fue sencillo. Nicole Kidman se fracturó la rodilla cuando estaba rodando su   escena en el trapecio. Se negó a utilizar una doble y claro... Aún así siguió trabajando En la escena en la que se cambia de vestido en el escenario rodeada por las bailarinas, sólo la vemos de cintura para arriba porque en ese momento estaba trabajando en silla de ruedas. Además la actriz también se fracturó una costilla ensayando un número de baile. Fue tan duro el rodaje a causa de sus lesiones que Kidman estuvo a punto de rechazar el papel protagonista de "los otros" de Amenabar. Ya sabemos qué sucedió al final.
Ewan McGregor siempre declaró antes de realizar la película su deseo por participar en un musical y la verdad es que su sueño se cumplió y con un resultado excelente porque demuestra grandes aptitudes para la música con una muy buena voz. Es importante recalcar que todos los actores cantaron con su propia voz, algo que en muchas ocasiones no ha sido así. Por ejemplo los actores de "west side story" o Christopher Plummer en "sonrisas y lágrimas" utilizaron el playback de otros cantantes porque sus voces no daban la talla.

Como datos curiosos quiero decir que la ropa interior que lucio Nicole Kidman en la película pesaba la friolera de 13 kilos. Además se diseñaron más de 80 pelucas y se contrataron a más de 60 maquilladores. Desde luego la producción fue muy costosa pero el resultado valió la pena. Por ejemplo a Madonna le gustó tanto la versión que interpretó Kidman de su gran éxito "like a virgin" que la misma cantante mandó una videofelicitación al director ofreciéndose para trabajar gratis para él cuando lo quisiera (creo que todavía no lo han hecho). Para terminar no quiero olvidar el récord guiness que consiguió el director por haber obtenido la mayor cantidad de derechos de autor por una película. Hablando de premios, "Moulin Rouge"  obtuvo ocho nominaciones a los premios óscars consiguiendo sólo dos en la categoría de mejor vestuario y dirección de arte. De las seis nominaciones a los globos de oro consiguió la mitad: película, actriz y banda sonora. Y en los premios BAFTA (premios de cine de la academia Británica) obtuvo doce nominaciones de las cuales ganó tres: actor de reparto para Jim Broadbent, mejor música original y mejor sonido.


"Moulin Rouge" es una maravilla para nuestra vista y un deleite para nuestros oídos. No se puede pedir más.

AMADEUS (1984)

  "Perdóneme su majestad. Yo puedo ser vulgar, pero os aseguro que mi música no lo es"

Si tuviéramos que escoger sólo cinco películas rodadas en la década de los 80, una de ellas sin ninguna duda sería "Amadeus". Una joya en muchos sentidos porque en ella encontramos desde la mejor música que podemos regalar a nuestros oídos hasta la mayor relación amor - odio que se ha visto jamás en el cine. Sus protagonistas son Mozart y Salieri, dos compositores que coexistieron en el tiempo pero cuyas obras son infinitamente recordadas y admiradas por todo el mundo (me refiero a Mozart) y prácticamente olvidadas (las de Salieri). Admiración y odio, falsedad a borbotones, sentimiento de mediocridad frente al talento sobrehumano, en definitiva una historia de amor y odio entre dos personajes históricos del mundo del arte. La película recoge hechos certeros de la vida de Mozart y otros que quién sabe si sucedieron en realidad. La verdad sólo es una y es muy difícil conocerla ya que cada escritor e historiador siempre la relata a su forma dependiendo del afecto o simpatía que tenga hacia ese personaje. En este caso hay una gran realidad y es la profunda admiración que Salieri sentía por Mozart, esa forma tan increíble que tenía de componer, esa inagotable inspiración que desde niño profesaba, tantas cualidades que resulta lógico que produjera envidia (sana) a cualquiera, sobre todo si es músico. Salieri no soportaba ni comprendía cómo ese sujeto tan "payaso", irresponsable y con actitudes tan infantiles pudiera crear una nueva forma de hacer música y que esas melodías fueran de tanta belleza e inspiración. Nos encontramos ante una de las personalidades más increíbles de la humanidad y la película es capaz de acercarnos a ese personaje, ver más o menos cómo era en realidad. No debemos olvidar que "Amadeus" es la adaptación cinematográfica que el autor Peter Shaffer escribió de su propia obra de teatro estrenada en Londres y que la historia sobre la amistad - enemistad de ambos compositores no tiene fundamento histórico aunque sí existen algunos detalles como los que he expuesto anteriormente. Cuando en 1981 el director Milos Forman (enemigo de los biopics) acudió a ver la obra, quedó tan maravillado al terminar el primer acto que se acercó al autor y le dijo: "Si el segundo acto es tan bueno como el primero, haré la película". Ahora ya sabemos qué pensó al terminar la función. Al poco tiempo se juntaron para dar forma a la adaptación para el cine y el resultado acabó siendo glorioso. En realidad, tratar la vida de Mozart desde su punto de vista podría haber tenido un resultado menos eficaz porque el ser humano creo que es incapaz de comprender ese poder de la naturaleza que poseía el compositor y mucho menos tratar de verlo como algo natural (que era lo lógico en Mozart) sino como algo prodigioso que se escapa de nuestra comprensión. En cambio al hacerlo desde el punto de vista de su antagonista, en este caso Salieri, es mucho más efectivo ¿por qué? Pues porque nosotros en cierta medida nos sentimos identificados con Salieri. Sentimos la misma admiración que él y podemos observar desde un punto de vista más racional la corta pero intensa vida de Amadeus.

La película es un musical pero a la vez es un drama. Tiene momentos de comedia de la misma forma que en ocasiones es aterradora. "Amadeus" no te deja indiferente. Sus protagonistas fueron Tom Hulce en el papel de Mozart y Fahrid Murray Abraham en el rol de Salieri. Tras el éxito de esta película, ambos actores tuvieron un declive profesional que, en mi opinión, creo que no se merecían porque en este filme demostraron ser grandes actores capaces de hacer grandes obras. Quizás a Murray Abraham le pudo el ego. Por ejemplo en el rodaje de "el nombre de la rosa" empezó a tener una actitud muy egocentrista creyéndose superior al resto del reparto por tener un óscar (Sean Connery todavía no lo había obtenido por "los intocables de Elliot Ness") pero de todas formas sus carreras bajaron cuando debieron de haber sido todo lo contrario.

Para recrear la Viena barroca del siglo XVIII se fueron a la capital checa, Praga (lugar que vio nacer al director Milos Forman) porque parece que tuvieron dificultades en la capital austríaca para rodarla. Forman escogió Praga porque según él: "la incompetencia y dejadez del régimen comunista había permitido que la ciudad mantuviese el aspecto y las infraestructuras propias del siglo XVIII". Parece que en la ciudad no había ningún cartel ni ningún tipo de elemento propio del siglo XX. Sólo tuvieron que cambiar unas cuantas farolas para parecerse a la Viena de Mozart. El primer día que todo el equipo, con su director a la cabeza, entraron en el Teatro Nacional para buscar los puntos en donde debían colocarse las distintas cámaras, el autor y guionista Peter Shafer desapareció. Milos Forman lo encontró escondido en un pasillo y llorando de emoción por pisar exactamente el mismo teatro en el que Mozart estrenó su ópera Don Giovanni. Todo el rodaje estuvo vigilado por el gobierno checo. Una anécdota curiosa se dio el cuatro de julio de 1983 (fiesta nacional en Estados Unidos) en el momento en que iba a comenzar el rodaje de las escenas en el Teatro Nacional. Cuando el director gritó: ¡Acción!, en lugar de sonar la música de Mozart, sonó el himno nacional estadounidense y todos se pusieron en pie y lo cantaron. Todos excepto unos pocos extras que no sabían qué hacer ni a donde mirar. Resulta que esa minoria eran miembros de la policía secreta que estaba vigilando el rodaje por orden del gobierno checo.

Amadeus (que en latín significa "amado por Dios") no era el verdadero nombre de Mozart que en realidad se llamaba Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus (que significa Amadeus pero en griego). Curiosamente en la película nadie, salvo Salieri, le llama por este nombre. Es una forma de enfatizar la tremenda admiración que Salieri (quién en la cinta demuestra su amor a la música por encima de todas las cosas) sentía por Mozart. Él sí creía que el genio era amado por Dios al otorgarle tan inmenso don. En realidad Salieri era una buena persona y nunca estuvo loco.

La película es una de las más premiadas de la historia del cine. De las once nominaciones consiguió ocho estatuillas: película, director, actor para Murray Abraham (también estuvo nominado en la misma categoría Tom Hulce), guión adaptado, dirección artística, diseño de vestuario, maquillaje y sonido.


"Amadeus" es mucho más que una película. Gracias a ella la música de Mozart volvió a resurgir para el gran público. No se puede pedir más: buenas interpretaciones, una historia realmente fascinante, realidad, ficción y la música de Mozart. El mejor coctel para una obra maestra.